A la hora de hacer fotos siempre se piensa: «A ver si hace buen día, cuanto más sol mejor!!»
Pero es un error elegir un día muy soleado: sombras en la cara, ojos cerrados, arrugas y giños porque molesta tanta luz, demasiado contraste… Lo mejor es un día nublado, las horas del atardecer, o como hicimos con Pili y Patrick: DE NOCHE.