Se dieron el sí quiero en la Catedral de Tortosa y con ellos vivimos una de las anécdotas más graciosas durante la ceremonia. A pesar del calor que hizo, los novios no perdieron en ningún momento la sonrisa. Una boda entrañable y acogedora, rodeados de sus amigos y su familia. Una pareja sencilla y cercana con los que disfrutamos mucho el día de su boda. Esperamos que os gusten las fotos.