Lo que más me gustó fue la mirada tímida de Dolors, pero a la vez no dejó de sonreir, vivió con emoción el día de su boda. Los dos nos demostraron que son personas muy sencillas, pero a la vez con sentimiento, y nos dejaron compartir con ellos muchos momentos. Sé que no es nada fácil ponerse delante de una cámara, sobretodo cuando eres tímido, pero se dejaron llevar y nos lo pusieron muy fácil. Y esta es una pequeña muestra. Gracias a los dos.