La primera vez que contactó Vanessa con nosotros para explicarnos como sería su boda, nos quedamos intrigados pero sobretodo nos moríamos de ganas por hacer una boda así, porque creo que son pocas las oportunidades que tiene un fotógrafo de boda de poder hacer un reportaje con dos novios y dos novias. Vanessa y Tamara son hermanas y habían decidido casarse el mismo día y hacer la boda los cuatro juntos por la gran amistad que se tienen. Para los que sois profesionales y trabajáis en las bodas sabéis los nervios y tensión que vives a medida que va pasando el día, pero en esta ocasión era el doble….Era la primera boda que hacíamos así, y daba vértigo….pero teníamos muchas ganas de trabajar en un proyecto diferente, el reto de poder hacer algo fuera de lo corriente, así que todo el equipo le pusimos ganas e ilusión pero por partida doble. Y si pensábamos que el día no se podía poner más difícil….nos tocó boda con lluvia pero de las fuertes. A pesar de ese pequeño contratiempo, todo surgió según lo previsto. Y fue una boda muy especial, no solo por ser doble, sino por todas las emociones vividas, todos y cada uno de los invitados (y no eran pocos..) pasaron por la mesa nupcial para saludar, abrazar y brindar con los novios y su familia, Vanessa la hermana de Vagner, Mª José y José los padres de Tamara y Vanessa, y Carmen y Carlos los padres de David. Así que hubo sonrisas, lágrimas, pero sobretodo mucho cariño. Nos costó mucho reprimir las lágrimas en algunos momentos, y lo vivimos así porque nos hicieron sentir como invitados de su boda. Así que muchas gracias a los cuatro por darnos la oportunidad de haber vivido una boda tan especial.