Eva tenía muy claro que quería un lugar romántico para su postboda. Así que eligieron Ciurana, creo que uno de los pueblos más fotografiados de España, y que en pocos años se ha hecho tan conocido que es imposible ir y no encontrarte turistas visitando sus calles empedradas. Así que esto hace que sea todavía más difícil poder hacer fotos. Aunque no lo parezca, era una tarde en la que había mucho turismo por el pueblo. Pero con paciencia y buena actitud conseguimos captar momentos muy bonitos.

De este postboda me quedo con la luz. Fue uno de los atardeceres más bonitos que hemos visto allí. Siempre explicamos que la luz cambia de un día para otro, y si intentas volver al mismo lugar y volver a tener la misma luz es casi imposible. Así que fue casi un regalo poder estar allí aquella tarde con una caída del Sol de cuento de princesa. Porque una de las cosas que más me gusta como fotógrafa es poder utilizar la luz natural y sacarle el máximo partido.

Si sumamos la luz, el atardecer, como Javi miraba a Eva, y sobretodo como Eva lo iluminaba todo con su sonrisa, tenemos un postboda perfecto.

Espero que os gusten.