Hacía ya tiempo que Amaya seguía nuestro trabajo en el blog, y era algo que tenía claro para su boda, fotos que expresaran el sentimiento vivido aquel día. Un gran recuerdo para un gran día. Y así lo vivimos con Rubén y Amaya junto con su pequeño Unai.  Eligieron para la ceremonia la Ermita de Cambrils, y para el banquete el restaurante l’Orangerie. Un día plagado de emociones, de sentimientos pero sobretodo de risas, y es que lo que más nos gustó fue ver a los novios disfrutar junto con los suyos de un día tan especial. Y es que Amaya no dejó de sonreír ni un momento. Sé que el día pasó muy rápido y ese es el sentimiento que nos transmiten todas las parejas. Son muchas emociones, nervios y acontecimientos, así que esperamos que cuando veáis esta pequeña selección de las fotos, podáis volver a revivir todos y cada uno de los momentos. Un abrazo muy fuerte de todo el equipo.