Si hay algo que tengo que recordar del reportaje del día de la boda de Sergio y Meli, fue el viento que hizo en el hotel Ametlla de Mar, en la playa, que fue donde se celebró la ceremonia civil. Pero aunque pudiera parecer un rasgo molesto, nosotros intentamos sacarle partido, y porqué no, le dio un toque muy romántico a las fotos. Siempre digo que hay que buscar el lado positivo de las cosas. Pero ese no fue lo único a resaltar de la boda de Sergio y Meli. De su boda yo me quedo con la dulzura de Meli, sus preciosos ojos, y esa sonrisa tan especial que le dedicaba a Sergio a cada momento, y es que no hay más que ver, como Sergio la miraba, sin palabras, lo decía todo. Y también me quedo, con el cariño que recibieron los dos de sus familias y sobretodo de sus amigos. Una boda muy entrañable, en la que nos gustó ver a antiguas parejas a las que les hicimos el reportaje, por lo que la hizo una boda aún más especial para nosotros. Deseo que os gusten.