Siempre os explicamos que cada pareja es diferente y eso es lo que va a hacer diferente su boda. No la decoración, o el peinado o el vestido… si no, ellos mismos. Su complicidad, sus miradas y las emociones que vivan entre ellos, y lo más importante, que vivan con sus invitados. En cada fotografía queremos revivir las sensaciones, igual que un olor te transporta a un recuerdo. Queremos que esa imagen captada te transporte a ese recuerdo, a esa sensación y a ese sentimiento. Por eso no queremos que poses delante de la cámara, no queremos una sonrisa forzada, no queremos un abrazo sin sentido. Queremos risas, emociones y abrazos que digan mil cosas en una sola imagen, que te hagan volar hasta ese mismo lugar y ese mismo momento.

Dani y Tania nos dieron esos momentos. Simplemente fueron ellos mismos, disfrutando cada momento. Una bonita pareja de dulce mirada.