Cuando conocimos a Jordi y Eli nos parecieron una pareja encantadora. Elisabeth es muy tímida, pero poco a poco se iba soltando y sus ojos brillaban al hablar de los preparativos de su boda y de su gran día. Jordi nos pareció un chico atento y con un toque de seriedad. Organizaron una boda tradicional en la que se dieron el sí quiero en una ceremonia civil en l’Orangerie, donde amigos y familiares participaron de forma muy emotiva y a la vez divertida. Ana Abellà se encargó de la decoración floral creando un rincón muy especial para la ceremonia.

Disfrutaron de regalos y sorpresas, así como de música en directo durante el aperitivo. Y justo al final de todo vivieron un momento muy especial junto a sus amigos que les dedicaron una canción. Llegó el momento de la entrada a sala, y es que por mucho que os lo intente explicar, aquí sí que os puedo decir que una imagen vale más que mil palabras, porque la entrada fue una locura total. Junto a los novios se levantaron todos los invitados y por un momento parecía que estábamos ya en la fiesta, esos 15 minutos de super entrada, dándolo todo, era el augurio de que iba a ser una gran fiesta y una gran noche junto a Nacho Lascasas de Mas & Mas.

Entre risas, brindis y regalos disfrutaron de la cena y por fin llegó su tan esperado baile y como no, lo que ya todos imaginábamos, un fiestón donde el que más disfrutó fue Jordi, porque podemos asegurar que bailó como el que más. Nos encantó conocer esa parte de Jordi tan fiestera.

Pero las sorpresas no habían terminado y es que Mireia apareció con un pastel de cumpleaños para Jordi y lo hizo con un cambio de vestido.

Recordar una imagen vale más que mil palabras……disfrutar tanto como nosotros de estos momentos…..