Una gran boda…..así quiero definir la boda de Boris y Alba, porque a pesar de todos los contratiempos ellos se centraron en poder hacer la boda de sus sueños. Se rodearon de grandes profesionales como Vicente Mancheño, que supervisó toda la ceremonia en la Iglesia de la Misericordia. Ástrid Torrente sorprendió a todos los invitados con su violín en mano, no solo en la ceremonia, en varios momentos de la boda.

Si empezamos por el principio una de las cosas que más me llamó la atención es que lo novios decidieron vestirse en la casa de ambos, aunque en habitaciones separadas y todos haciendo malabarismos para que en ningún momento se cruzaran y se vieran, la verdad es que aunque era complicado hubo momentos muy divertidos. Así pudieron compartir ese ratito con sus dos mascotas, que nos dieron mucho juego.

La llegada de la novia nos dejó con la boca abierta, subida en un carro tirado por dos caballos. Sin duda un momento muy especial. Después de la ceremonia fuimos a hacer fotos de los dos en el coche de caballos y totalmente improvisado Astrid se subió con ellos y les tocó una preciosa canción, solo para ellos, sin duda un gran detalle. La boda fue en el Castillo de Vilafortuny, y a la llegada pudimos disfrutar de la música de Alain que hizo que el aperitivo fuera muy muy movido.

Todo el banquete estuvo llenos de regalos, de sorpresas y de improvisaciones por parte de los invitados que estuvieron muy entretenidos gracias a Nacho y Míriam de Mas & Mas, que pusieron la guinda final con su música, su confeti y toda su actuación en la que no pararon de sorprendernos. Espero haber podido captar toda la esencia, la emoción y cada sentimiento que vivieron Boris y Alba en su boda. Una gran boda…..y una gran pareja.