Como fotógrafos nos esforzamos mucho por transmitir con imágenes lo que las palabras no pueden, pero en este caso me gustaría poder transmitir con palabras, sentimientos o momentos que vivimos junto a Andrés y Tamar. Va a ser difícil porque fueron sensaciones y momentos que se tienen que vivir.

Empiezo contando la gran amistad que nos une a ellos y fue muy bonito poder vivir un día tan mágico a través de mi cámara. Y es que la gran preocupación de Andrés era que me perdiera la boda. Todo lo contrario, pude vivir cada momento y hacer lo que más me gusta, captar momentos, emociones y explicar de forma silenciosa mil cosas. Esa es la magia de la fotografía y por eso me emociona cada boda y la vivo como si fuera la primera.

Viví ese toque de humor que tiene Andrés y que no podía faltar el día de su boda, empezando con el guiño que hizo con Coco, y como intentaba no emocionarse a través de sus bromas y risas. Pero en cada abrazo que le daba a su madre le decía «tranquila siempre voy a estar aquí». La sonrisa de Tamar, y como llenaba de alegría cada momento. Las lágrimas de emoción cuando se vieron en la ceremonia un momento muy emotivo.

Como nos sorprendió Tamar con el cambio de look para el baile, y contó con la ayuda para el maquillaje y peinado de Míriam Gallardo, que hizo un gran trabajo. Eligieron para su boda la Masía Can Martí, llena de rincones espectaculares como la habitación de la novia, que te deja sin respiración. Y para la fiesta pudimos disfrutar con Nacho y Míriam de Mas&Mas. Y es que las fotos lo dicen todo, fiesta a tope y alegría porque lo dimos todo!!!!!!!!