Que novia no sueña con su boda, y se imagina en un cuento siendo una princesa. Y podemos decir que la boda de Víctor e Irina, fue así, un cuento en el que Irina fue la princesa. Cuando Víctor nos contó como había sido la pedida, subidos en un globo aerostático, sabíamos que iba a ser una gran boda. Una boda con detalles, con emociones, como pudimos vivir cuando las hermanas de Víctor le dieron una sorpresa mientras se vestía. O como Jaír el hermano de Irina le dedicó unas palabras preciosas en la entrega del ramo. No faltaron abrazos, lágrimas de emoción y felicidad. Es una de las partes más bonitas de nuestro trabajo, poder plasmar y congelar esas emociones. Y ver después, que una imagen puede contener tantas emociones, tantos detalles, y tantos mensajes sin escuchar una sola palabra. Por todos estos momentos amo mi trabajo y lo disfruto e intento poner todo mi corazón en él.

Se dieron el sí quiero en l’Orangerie, en el patio de los naranjos, rodeados de sus amigos y familiares. Una ceremonia muy emotiva en la que dieron su toque con la decoración Ana Abella.

Pero de la boda de Víctor e Irina me quedo con la parte final, porque después de tantas emociones tenía que haber un subidón. Y este subidón nos los dio Nacho y Míriam de Mas & Mas. Siempre lo decimos, y no me cansaré de repetirlo, la elección del DJ es una de las cosas más importantes de una boda. Porque puedes tener una boda de diez con mil detalles y un gran presupuesto, pero si el Dj no es bueno y no hace que tus invitados lo den todo en la pista, tu boda no será de diez. Yo creo que con Víctor e Irina lo conseguimos, fue una boda de once, no de diez. Desde el minuto uno, desde la entrada al banquete lo dieron todo, bailaron, rieron, disfrutaron, saltaron…..una gran boda!!!!! Os dejamos una muestra de algunos de esos momentos.